La apertura automática en los accesos a garajes, naves industriales, oficinas, chalés, plantas bajas, etcétera facilita el día a día y hace mucho más cómodas la entrada y la salida. Por eso es conveniente que cuidemos el mantenimiento de las puertas automaticas, para que sigan en buen estado de funcionamiento y podamos evitar imprevistos.
Si algún día tienes una avería en una de ellas te conviene disponer de un profesional de la instalación y la reparación de portones para solucionarla. Un profesional que también te indicará ciertas pautas para conservarlas.
Un paso básico es la limpieza, tanto de la puerta como de la zona que hay alrededor. Si se acumula polvo, tierra, suciedad, hojas o restos de pequeños insectos, todos estos residuos afectan a las bisagras y a los engranajes de los motores. Ante esto es conveniente que limpiemos tanto los paneles como los cierres y los rieles por donde circulan las puertas. Ya sean correderas, abatibles, basculantes o enrollables, todas las variedades tienen sus rendijas donde puede acumularse la suciedad.
También es fundamental que apliquemos una adecuada lubricación. Con ello lograremos que las partes móviles se deslicen con facilidad y se reduzca el desgaste de las piezas que puede llevar a una rotura y, por tanto, a una avería. Consulta con un especialista en este sector sobre el tipo de lubricante que mejor le vaya a tu modelo y el procedimiento más adecuado para colocarlo, tanto en la forma como en los términos de tiempo recomendados.
Otra forma para limitar el desgaste es evitar en lo posible abrir los portones destinados al paso de vehículos cuando solo quieren pasar personas caminando. Para ello están las puertas específicas, y también existe la posibilidad de colocar una automática que incorpore apertura para los viandantes.
Proteger de los riesgos meteorológicos
Aunque estos elementos están preparados para que los situemos especialmente en exteriores, siempre es interesante que tengamos en cuenta su protección respecto a las inclemencias meteorológicas (lluvia, humedad, etc.), sobre todo los cuadros de control y los motores. Es bueno vigilar el correcto sellado de sus habitáculos para que no entre agua ni pequeños animales que pueden sentirse atraídos por el calor que desprenden y que podrían atascar los engranajes y estropear el cableado eléctrico.
Por otra parte, con las revisiones periódicas se controla el estado de las diversas partes, como muelles, bisagras, motores, piezas electrónicas y paneles, para poder llevar un correcto mantenimiento de las puertas automáticas. Contactando con un profesional del sector sabrás cuáles son los plazos correspondientes para la revisión. Por último, comprueba regularmente que el mando a distancia funciona bien y que dispone de suficiente batería, no vaya a ser que esta pequeña pieza, que ni forma parte del portón, sea causa del imprevisto puntual. Ponte en contacto con nosotros si necesitas más información.
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